MÉTODO: para aplicarlo correctamente hay que cargar el pincel, retirar el exceso y aplicar desde el nacimiento del cabello – zona de la oreja – hacia el centro del rostro.
TONO: los colores pálidos como el rosa claro, el durazno y nude son recomendables para el día. Los rosas intensos, en cambio, son ideales para la noche. El esfumado del rubor es fundamental
para lograr que sea natural.
DIRECCIÓN: los rostros redondos se benefician más con una aplicación en diagonal. En rostros ovalados la aplicación más favorable es la horizontal.
DURACIÓN: la diferencia entre rubor y tonalizador radica en que el primero tiene más concentración de pigmentos para definir los pómulos; el segundo, no. Por eso, si se utiliza un tonalizador como rubor seguramente no tenga la misma duración.